lunes, abril 18

El Atlético fue mejor que el Espanyol pero sólo pudo empatar en Cornellà

 Dos goles en los inicios de cada tiempo no fueron suficientes para firmar un triunfo que mereció el Atlético de Madrid y que al final se le negó por la tozudez de un Osvaldo que volvió a marcar en el Espanyol para salvar los muebles a su equipo. Koke adelantó a los rojiblancos nada más empezar, empató Osvaldo antes del descanso, Agüero marcó el 1-2 al principio del segundo acto y otra vez el argentino ponía las tablas que, a la postre, fueron definitivas.
 
El Atlético de Madrid llegaba al Estadio de Cornellà-El Prat con la posibilidad de escalar un puesto en la tabla, habida cuenta de la derrota del Sevilla el sábado en Getafe y el triunfo in extremis del Athletic en Pamplona en el partido que se jugaba antes del de los rojiblancos. Y con la idea de seguir la racha de triunfos que se prolongaba por dos semanas consecutivas salió el equipo de Quique Sánchez Flores. 
 
Además, el técnico madrileño repitió equipo tras la goleada conseguida ante la Real Sociedad. La única novedad en la convocatoria era la presencia de Antonio López por el lesionado Forlán y el entrenador rojiblanco decidió dar continuidad al equipo. Y lo cierto es que la fuerte presión sobre los jugadores espanyolistas dio sus frutos muy pronto, porque un mal despeje de Galán dentro del área lo aprovechó Koke para inaugurar el marcador cuando se llevaban dos minutos de partido.
 
El conjunto rojiblanco tenía las ideas muy claras desde el principio. Presión asfixiante a sus rivales, concentración máxima y velocidad en cuanto el balón estaba en su poder eran las armas que esgrimían los de Quique Sánchez Flores. Todo esto, unido a que las aproximaciones al área de Kameni desconcertaban a los periquitos y sembraban el pánico en la grada hacían posible que el gol volviera a rondar la meta local. Dos cabezazos de Godín y un disparo de Diego Costa fueron las oportunidades rojiblancas.
 
El Espanyol necesitó del apoyo de su afición para despertar y hacer sentir a los suyos que podían inquietar a De Gea. Y fue Callejón el más incisivo en el primer acto, con dos remates lejanos que no encontraron puerta mediada esta fase. Sólo con acciones individuales el cuadro de Mauricio Pochettino podía crear problemas a la zaga rojiblanca, muy firme en todo momento. 
 
Y pudo aumentar la cuenta rojiblanca Agüero, tras un gran pase en profundidad de Mario Suárez, pero el Kun se encontró primero con Kameni y en el segundo remate por alto no tuvo la precisión adecuada por estar escorado dentro del área. Y de lo que pudo ser el 0-2 se pasó al 1-1. Cuando más asentado estaba el Atlético de Madrid, un pase en profundidad de Verdú hacia Osvaldo lo aprovechó el delantero...

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