
El meta valenciano no pudo siquiera ejercitarse ayer en la portería. Trabajó junto al resto de jugadores pero cuando Ochotorena, entrenador de los cancerberos, llamó a los porteros para hacer trabajos específicos, Guaita se quedó con los futbolistas de campo.
Jamás se puso los guantes. Sólo actuó de complemento en un ejercicio con balón del resto de compañeros antes de retirarse. Lo llamativo es que Guaita, pese a sus problemas en la mano que el cuerpo médico aseguraba que se ha de tener precaución para evitar males mayores, sí que va convocado y está en el banquillo. Por lo que, si está tocado, y por una de aquellas se ve obligado a jugar, lo haría en condiciones que no son óptimas.
Eso sí, Guaita defiende que está para jugar. Es una decisión técnica. Emery es quien manda. Pero asegura que podría hacerlo. Técnicos y médicos prefieren ser cautos para evitar complicaciones... pero va convocado.
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